Seguramente te molestaría que el técnico de la lavadora,
el frutero, el antenista, el peluquero o el repartidor no te respondieran a una
pregunta que tú les haces. Pero, ¿te molesta que no respondan si es tu hijo o
tu hija el que o la que les hace una pregunta? ¿Dirías que tu hijo o hija no es una persona con los mismos derechos que tú?
Pues resulta que a muchos padres no les molesta en
absoluto. Y muchos te dicen que es "cultural" y se quedan tan anchos. Dicen que en este país, España,
no somos muy "atentos" con los niños porque nuestra
"cultura" es así. No paro de oír lo de "es cultural" para
justificar muchas cosas que pasan cada día. Y, entre otras, está el
comportamiento de los adultos hacia los niños. Es como si con esta expresión
todo quedara en paz, como si se diera el tema por zanjado y ya no hubiera que
preocuparse ni hacer nada al respecto, porque como "es cultural".
Pero, yo no entiendo nada de ese argumento porque, ¿es que si realmente fuera porque es
"cultural" estaría justificado el comportamiento?
Y, de cualquier manera, sinceramente, vaya tristeza de
cultura entonces, pienso. Si es que utilizara en algún momento esa frase como
argumento, yo sin duda alguna añadiría inmediatamente algo así como "por
cierto, una cultura vergonzosa la nuestra".
En cualquier caso, lo que yo sí diría es que no somos, o
que muchos no son, respetuosos, ni educados, ni siquiera entre adultos, pero
mucho menos para con los niños y niñas. Muchos y muchas no lo son en ningún
aspecto de sus vidas, pero especialmente me parece preocupante no serlo cuando
es con niños con los que se está tratando.
Los niños son nuestro futuro; no es una frasecita bonita,
es la realidad. Y los niños aprenden con el ejemplo, en cada una de las cosas
que acontecen en sus vidas. Se están moldeando a cada segundo que pasa. Influimos
en ellos con cada interacción que tenemos. Y aunque, principalmente es en su
familia donde van a aprender, no lo es únicamente, también aprenden del ejemplo
que les dan el resto de las personas de su comunidad. Y todos somos la
comunidad. Todos importamos, todos contamos, todos somos responsables. Todos
somos parte del Todo. Es responsabilidad de todos entonces, en mi opinión, que
lo que vean de nosotros sea lo más hermoso posible, lo más ético, lo más
empático, lo más solidario, lo más honesto… Porque esa es nuestra labor, la más
importante que realizaremos seguramente, la de al menos intentar que las siguientes
generaciones a nosotros sean capaces de grandes cosas y no lo serán si les
dejamos enseñanzas como la de que los niños son ciudadanos de segunda.
Lo de que no se les responda a los niños a una pregunta que
comentaba al comienzo es sólo un ejemplo de ese tipo de falta de respeto que la
mayoría de los adultos de este país que conozco permite o incluso comete.
Muchos, supuestamente educados
españoles, ni saludan a los niños cuando se encuentran con ellos, ni se
despiden de ellos cuando se van, ni entablan ningún tipo de conversación con
ellos aunque pasen horas en un grupo donde hay niños... Ni siquiera los que son
padres. Los pequeños no entran dentro de sus consideraciones en estas
circunstancias; para algunos de ellos ni sus propios hijos merecen un tiempo
especial en el que hacerles caso de igual a igual, así que como para pedirles que sean
"atentos" con los hijos de los demás.
Por no hablar de todas esas tendencias que están tan de
moda ahora para alejar a los hijos de los padres, como los "monitores de
boda", personas que se encargan de que los niños estén alejados del grupo
de los mayores durante la celebración para que no "molesten" y que ni se
acerquen a participar en las cosas de los mayores, o las bodas y otros eventos donde los niños están
directamente prohibidos, o los estupendísimos parques de bolas, o como se
llamen, donde muchos padres dejan a sus hijos durante unas horitas, mientras se
van de compras o incluso al cine. Y son sólo unos pocos ejemplos.
Dejo a un
lado, en esta ocasión, profundizar en la inquietante desinformación de la
población española, que reflejan estos comportamientos y tendencias, en
cuestión de apego o con respecto a lo que es saludable emocionalmente para los
niños, por ejemplo. Porque más allá de esta cuestión, está además, el hecho de
que para estas personas los niños no tienen derecho a que se les preste atención y los adultos sí, que los niños son algo así como ciudadanos de segunda.
Pero, hay algo más que no entiendo de este razonamiento,
¿en qué momento se adquiere entonces ese derecho? El derecho a que sí se les
preste atención, el derecho a ser ciudadano de primera. ¿Cuando eres tan alto como el que debería responderte a la
pregunta que haces? ¿Cuándo eres mayor de edad? ¿Cuándo tienes su edad? ¿Cuando
eres más viejo? ¿O cuando eres hombre y el otro también es hombre? Son
preguntas sin sentido, sí, pero es que la situación de los niños en casos así
también lo es, es un sin-sentido.
En mi opinión, "es cultural" se ha convertido
en la excusa más utilizada últimamente para justificar la falta de respeto
hacia los niños en este país, así como la ignorancia de los adultos, incluso, de
los que tienen hijos, sobre la repercusión de sus actos en la salud emocional
de los niños.