lunes, 19 de marzo de 2012

Elaboración de la Esencia Floral de Acacia dealbata



Primeras fotos de la elaboracción de la esencia floral de Acacia dealbata, también conocida como Mimosa fina, Mimosa, Mimosa común, Mimosa plateada o Aromo francés.
19 de Marzo de 2011, Madrid.
En breve, más fotos de esta elaboración.


domingo, 18 de marzo de 2012

Elaboración de la Esencia Floral de Forsythia x intermedia

 
 
Primeras fotos de la elaboración de la esencia floral de Forsythia x intermedia, también conocida como Forsitia, Campanita china o Campanas doradas.
18 de Marzo de 2011, Madrid.
En breve más fotos de esta elaboración.






martes, 13 de marzo de 2012

Elaboración de la Esencia Floral de Prunus cerasifera 'Atropurpurea'



Fotos de la elaboración de la esencia floral de Prunus cerasifera 'Atropurpurea', también conocido como Ciruelo rojo, Cerezo de Pissard, Ciruelo de Japón, Ciruelo japonés, Ciruelo mirobolán, Ciruelo mirobolano, Prunus pisardi, Ciruelo pissardi, Pisardi, Cerezo de jardín.
13 de Marzo de 2011, Madrid.

 


 



 
 

 

lunes, 12 de marzo de 2012

"Es cultural" lo de no respetar a los niños en España

Seguramente te molestaría que el técnico de la lavadora, el frutero, el antenista, el peluquero o el repartidor no te respondieran a una pregunta que tú les haces. Pero, ¿te molesta que no respondan si es tu hijo o tu hija el que o la que les hace una pregunta? ¿Dirías que tu hijo o hija no es una persona con los mismos derechos que tú?

Pues resulta que a muchos padres no les molesta en absoluto. Y muchos te dicen que es "cultural" y se quedan tan anchos. Dicen que en este país, España, no somos muy "atentos" con los niños porque nuestra "cultura" es así. No paro de oír lo de "es cultural" para justificar muchas cosas que pasan cada día. Y, entre otras, está el comportamiento de los adultos hacia los niños. Es como si con esta expresión todo quedara en paz, como si se diera el tema por zanjado y ya no hubiera que preocuparse ni hacer nada al respecto, porque como "es cultural". Pero, yo no entiendo nada de ese argumento porque, ¿es que si realmente fuera porque es "cultural" estaría justificado el comportamiento?
Y, de cualquier manera, sinceramente, vaya tristeza de cultura entonces, pienso. Si es que utilizara en algún momento esa frase como argumento, yo sin duda alguna añadiría inmediatamente algo así como "por cierto, una cultura vergonzosa la nuestra".


En cualquier caso, lo que yo sí diría es que no somos, o que muchos no son, respetuosos, ni educados, ni siquiera entre adultos, pero mucho menos para con los niños y niñas. Muchos y muchas no lo son en ningún aspecto de sus vidas, pero especialmente me parece preocupante no serlo cuando es con niños con los que se está tratando.

Los niños son nuestro futuro; no es una frasecita bonita, es la realidad. Y los niños aprenden con el ejemplo, en cada una de las cosas que acontecen en sus vidas. Se están moldeando a cada segundo que pasa. Influimos en ellos con cada interacción que tenemos. Y aunque, principalmente es en su familia donde van a aprender, no lo es únicamente, también aprenden del ejemplo que les dan el resto de las personas de su comunidad. Y todos somos la comunidad. Todos importamos, todos contamos, todos somos responsables. Todos somos parte del Todo. Es responsabilidad de todos entonces, en mi opinión, que lo que vean de nosotros sea lo más hermoso posible, lo más ético, lo más empático, lo más solidario, lo más honesto… Porque esa es nuestra labor, la más importante que realizaremos seguramente, la de al menos intentar que las siguientes generaciones a nosotros sean capaces de grandes cosas y no lo serán si les dejamos enseñanzas como la de que los niños son ciudadanos de segunda.


Lo de que no se les responda a los niños a una pregunta que comentaba al comienzo es sólo un ejemplo de ese tipo de falta de respeto que la mayoría de los adultos de este país que conozco permite o incluso comete. Muchos, supuestamente educados españoles, ni saludan a los niños cuando se encuentran con ellos, ni se despiden de ellos cuando se van, ni entablan ningún tipo de conversación con ellos aunque pasen horas en un grupo donde hay niños... Ni siquiera los que son padres. Los pequeños no entran dentro de sus consideraciones en estas circunstancias; para algunos de ellos ni sus propios hijos merecen un tiempo especial en el que hacerles caso de igual a igual, así que como para pedirles que sean "atentos" con los hijos de los demás.

Por no hablar de todas esas tendencias que están tan de moda ahora para alejar a los hijos de los padres, como los "monitores de boda", personas que se encargan de que los niños estén alejados del grupo de los mayores durante la celebración para que no "molesten" y que ni se acerquen a participar en las cosas de los mayores, o las bodas y otros eventos donde los niños están directamente prohibidos, o los estupendísimos parques de bolas, o como se llamen, donde muchos padres dejan a sus hijos durante unas horitas, mientras se van de compras o incluso al cine. Y son sólo unos pocos ejemplos.

Dejo a un lado, en esta ocasión, profundizar en la inquietante desinformación de la población española, que reflejan estos comportamientos y tendencias, en cuestión de apego o con respecto a lo que es saludable emocionalmente para los niños, por ejemplo. Porque más allá de esta cuestión, está además, el hecho de que para estas personas los niños no tienen derecho a que se les preste atención y los adultos sí, que los niños son algo así como ciudadanos de segunda.

Pero, hay algo más que no entiendo de este razonamiento, ¿en qué momento se adquiere entonces ese derecho? El derecho a que sí se les preste atención, el derecho a ser ciudadano de primera. ¿Cuando eres tan alto como el que debería responderte a la pregunta que haces? ¿Cuándo eres mayor de edad? ¿Cuándo tienes su edad? ¿Cuando eres más viejo? ¿O cuando eres hombre y el otro también es hombre? Son preguntas sin sentido, sí, pero es que la situación de los niños en casos así también lo es, es un sin-sentido.


En mi opinión, "es cultural" se ha convertido en la excusa más utilizada últimamente para justificar la falta de respeto hacia los niños en este país, así como la ignorancia de los adultos, incluso, de los que tienen hijos, sobre la repercusión de sus actos en la salud emocional de los niños.